Resiliencia Espiritual: Transformando la Indefensión

Desde que Malinowski sentó las bases de la antropología con su obra Los Argonautas del Pacífico Occidental (1922), ha pasado mucha agua debajo del puente. Malinowski recogió aspectos de tipo mágico, religioso, social y comercial de los isleños Trobriandeses de Nueva Guinea. Para aquel entonces se calificó la etnografía como un método naturalista porque recopiló los datos estudiando a esta sociedad en su propio espacio geográfico, hoy la entendemos, además, como una forma de profundizar en los modos de pensar y actuar de grupos humanos o, como afirma Fetterman (1989), como un método que nos permite el “entendimiento en la organización y construcción de significados de distintos grupos y sociedades, ya sean distantes y extrañas el propio observador o próximos y conocidos”.
El siglo XX marcó el comienzo de un cambio epocal, estamos abandonando la modernidad y vivimos una transición a la que se le ha denominado postmodernidad, tan solo para diferenciarla de aquella. Hubo (y sigue habiendo) pequeños y grandes acontecimientos en todos los campos: la física, la tecnología, la política, la economía, las artes, la religión, entre otros; constituidos como sistemas abiertos se han influido unos a otros al punto que sus fronteras se diluyen dramáticamente.
Ha pasado casi un siglo de la publicación del libro de Malinowski, presenciamos el fenómeno de la globalización, estamos en la puerta de la cuarta revolución industrial o Industria 4.0, pasamos en un respiro de la web a la web 2.0, nos agrupamos y relacionamos distinto a apenas hace 20 años gracias a las redes sociales y por si fuera poco, se ha descubierto que la materia de la que estamos hechos solo constituye el 5% del universo, a esta materia no la conocemos por completo y al resto de los componentes del universo, el 95%, no los conocemos en absoluto. La etnografía (y todos los métodos cualitativos) son aceptados por la comunidad científica; sin embargo, sigue existiendo resistencia de algunos sectores positivistas por la incomprensión de una concepción-otra para abordar las problemáticas de las ciencias sociales. Y esto es aún más agudo cuando se cree que el objeto de estudio no está en el rango de lo investigable, este podría ser el caso del presente libro, Resiliencia Espiritual.
Gadner (1987) desarrolló la teoría de las inteligencias múltiples, Goleman (2001) profundizó en la inteligencia emocional, otros autores como Buzan (2003), Emmons (2004), Millman (1995), Vaughan (2002), Zohar y Marshall (2002) han investigado sobre la inteligencia espiritual. Lo verdaderamente importante es que la investigación científica no puede crearse cercos, debemos estar preparados para los cambios de paradigmas y así como nació la globalización, surgió como contrapeso la localización y los estudios etnográficos son una forma de fortalecer esta visón-otra.
Resiliencia Espiritual, Transformando la Indefensión, es una aventura y un riesgo bien corrido por su autor, donde se construyen supuestos teóricos desde el ser, relatados a través de analogías como una travesía espiritual a través del interaccionismo simbólico, por eso le hemos dado espacio en la Colección Poderes Creadores del Pueblo.